martes, 20 de marzo de 2007

Operativo social y de salud intercultural: acciones en la diversidad

En una Arica multicultural, es posible visibilizar acciones interculturales, donde las diferencias se concilian y, mejor aún, son posibles coexistir.

Miliza e Irma, anónimamente llegaron a las 8 a.m. al consultorio Víctor Bertín Soto. Ellas no trabajan en el recinto de salud ni tampoco van a pedir hora, sino que son integrantes de la Comisión de Salud Intercultural de Arica. “Tenemos que dejar todo listo para cuando lleguen las personas que se atenderán con los qulliri y médicos del consultorio”, dijo una mientras acomodan las sillas que por segunda vez acogieron a los y las pobladores que asistieron al Operativo Social y de Salud Intercultural.

La experiencia, cuyo objetivo fundamental fue difundir la medicina ancestral, rescatando y valorando su importancia, es una iniciativa de la Comisión de Salud Intercultural en conjunto con la Asociación Indígena de Prestadores de Servicios y Guías de Turismos, ASIPTUR, con el respaldo del Consejo Nacional Aymara, CNA, Arica, y financiado por el Programa de Salud y Pueblos Indígenas de Servicio de Salud de Arica. Siendo una acción mancomunada entre la sociedad indígena aymara y organismos públicos, donde se ejercitó la interculturalidad, concibiendo a nuestra sociedad como multicultural.

Pero ¿qué entendemos por ésta experiencia intercultural en salud y en que consistió? Comprendiendo a la interculturalidad como la relación entre culturas, donde ni una ni la otra se impone, sino que se da y recibe de ambas partes y desde los puntos de vistas propios de cada lado, el operativo llamado “suma kamaña” o “para vivir bien” permitió la complementariedad de diagnósticos médicos, puesto que atendieron simultáneamente qulliri, -quienes son los que tienen conocimiento de medicina autóctona y su ciencia consiste en el conocimiento de las propiedades curativas de las plantas medicinales, en la preparación de brebajes para cada enfermedad, además de saber de la medicina herbolaria- y profesionales tanto de la salud occidental como sicólogo, matrona, médico general, kinesiólogo y dermatóloga; como abogado y asistentes sociales.

Por lo tanto, se puede destacar dos aspectos importantes: “el interés de la población en conocer nuestro sistema de salud aymara, y cómo muchos hermanos y hermanas llegaron en la búsqueda de fortalecer su identidad. Asimismo el consultorio abrió sus puertas a toda la comunidad, sin excepción, para que conocieran la experiencia intercultural en salud que hace dos años se realiza en el Víctor Bertín, de esta manera hubo mayor acceso a conocer el trabajo del qulliri Basilio Mamani y también del qulliri Emilio Gutiérrez que colaboró en esta jornada”, señaló Richard Fernández, consejero del CNA Arica, uno de los impulsores de la actividad.

“Precisamente eso buscábamos, es por ello que junto a las atenciones médicas, también hubo charlas informativas Interculturales”, agregó Fernández. Es así como FONASA se hizo presente con su jefe de oficina local, Antonio Torres y Ricardo Bahamondes, coordinador de gestión social del Fondo. Por su parte Ana Miles, médico familiar del consultorio, expuso sobre la tuberculosis una de las enfermedades de alta incidencia en la población indígena local, y Carlos Choque, historiador e investigador aymara, que se refirió a la cosmovisión andina.

El éxito de la experiencia fue tal, que se dobló la cantidad de atenciones respecto al primer operativo de diciembre recién pasado, sumando una cantidad de 400 asistentes, entre hombres, mujeres tanto indígenas como no indígenas. Sin contar las voluntades de personas que colaboraron con sus vehículos, dando colaciones a los profesionales, guiando a los pacientes, cargando sillas, entre otras labores, practicando el ayni andino.

Respecto a esta experiencia sumada a los procesos interculturales que el Servicio de Salud lleva a cabo, Ana Espinosa, administrativa del consultorio y encargada de la coordinación del operativo, reconoció que “han permitido acercarme y comprender a nuestros pacientes, puesto que la mayoría son aymaras. Antes tenia la sensación que ellos no sabían expresarse o que no los comprendía, sin embargo, ahora siento que tenemos mejores relaciones”.

Citando al volante informativo entregado en la jornada, “los qulliri fueron perseguidos por ejercer sus prácticas, ya que se consideraban actos paganos. Hoy la medicina ancestral es parte del proceso de revalorización y rescate de los conocimientos de los pueblos indígenas, donde si duda hay mucho por hacer y responsabilidades que asumir”. Y no tan sólo en el ámbito de la salud sino que también hacerla extensiva a otras áreas del hacer en sociedad, en esta gran comunidad donde todos y todas tenemos lugar.


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